lunes, 28 de marzo de 2011

Los Acuerdos de Paz

Alfredo Fernández. Periodista.
Carta de la Paz dirigida a la ONU


El 5 de noviembre de 1811 se inicia en la provincia de San Salvador un proceso que irá sufriendo varias instancias hasta llegar al 15 de septiembre de 1821, con la declaratoria de independencia patria de la América Central. Al sumarse indefectiblemente a los tantos otros conatos americanos que estaban sucediendo en contra de la corona española (movimientos en Chuquisaca, La Paz y Quito en 1809, el “Grito” en el pueblo de Dolores, México 1810, la instauración de la Junta de Gobierno de Buenos Aires en 1810 y la independencia de Venezuela en 1811), en los que intervienen criollos de todas las posiciones sociales junto a no pocos peninsulares de mucho arraigo en la tierra, algunos mestizos y muy pocos indios, el cimero “Grito de La Merced” se levantó al interior de una suerte de primera fase de la independencia colonial hispanoamericana, aunque la costumbre en el istmo haya relegado su conmemoración sólo en fueros salvadoreños.

La Provincia de San Salvador era por el año 1811 una división administrativa de la Capitanía General de Guatemala, entidad territorial de Virreinato de Nueva España. Esta región comprendía los actuales Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, así como al estado mexicano de Chiapas. Por ello, hay que destacar el impacto de este primer intento independentista ya que tuvo resonancia en los países que hoy forman parte de América Central.
Según José Matías Delgado llamado «Benemérito Padre de la Patria Centroamericana» es imposible precisar quién en San Salvador lanzó de manera adelantada y original la concepción subversiva de iniciar el titánico desafío al Orden Real hispánico. Sin embargo, casi todos los autores antiguos y contemporáneos a los sucesos, como la documentación histórica fehaciente, señalan como jefe intelectual al Cura Vicario, Presbítero Dr. José Matías Delgado.

Diferentes hechos dieron lugar a la historia de este país. Sin embargo en los últimos años los acuerdos paz alcanzados entre el gobierno y la guerrilla han sido el eslabón final de una cadena de sucesos que permiten hoy a este país vivir en paz. El 16 de enero de 1992, el Gobierno de la República y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), suscriben en Chapultepec, México, los Acuerdos de Paz, poniendo con ello cierre a uno de los capítulos más dolorosos de la historia de El Salvador. Los 12 años de conflicto armado tuvieron como consecuencia más de 75 mil muertos.

Los primeros esfuerzos para iniciar un dialogo de paz, fueron efectuados por el presidente Duarte a mediados de los años ochenta. En 1989, el gobierno del presidente Cristiani inició las negociaciones de paz, que culminaron en la Firma de los Acuerdos de Chapultepec. Los objetivos del Gobierno del Presidente Cristiani eran:

    * Obtener la paz
    * Establecer una economía de mercado
    * Crear las condiciones necesarias para mejorar el nivel de vida de la población, especialmente de aquellos que viven en la extrema pobreza.

Con el objeto de alcanzar estas metas, el Gobierno inició un diálogo con el FMLN. En este diálogo fueron varios los temas abordados, entre ellos, las reformas constitucionales, el respeto a los derechos humanos, el monitoreo internacional, la reestructuración y la reducción de la Fuerza Armada y las reformas al sistema electoral y judicial.

El proceso de negociación que puso las bases para el Nuevo El Salvador, fue apoyado por las Naciones Unidas y el Grupo de amigos para la paz en El Salvador.Después de la firma de los Acuerdos de Paz, las Naciones Unidas establecieron una operación para monitorear la implementación de los acuerdos de paz. Dicha operación es puesta bajo el control del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En vista del éxito de esta misión en El Salvador, las Naciones Unidas la ocuparon como modelo para otros países, tales como Guatemala, Haití, Mozambique y Camboya.

La implementación de los Acuerdos de Paz requería de la voluntad política de las partes involucradas, así como de la incorporación política de todos los actores implicados en este proceso. Uno de los logros más importantes fue la reconciliación nacional. Sin embargo, este proceso encontró muchos retos. Uno de los más importantes era la cantidad de recursos materiales que se necesitaban para implementar el proceso.

El Presidente Francisco Flores, en el mensaje pronunciado el 16 de enero de 2002 durante la conmemoración de los diez años de los Acuerdos de Paz, dijo que “a diez años de los Acuerdos de Paz, El Salvador es un país diferente, determinado por una nueva realidad. La transición de la guerra a la paz ha terminado, y ha llegado la hora de enfrentar una nueva etapa histórica, con nuevos retos y nuevas perspectivas. Ninguna victoria es más completa ni más decisiva para el ser humano que aquella que ha ganado en nombre de la paz, porque la paz es la primera condición del desarrollo.

Recordar esta historia reciente es una buena manera también de celebrar el bicentenario del país.

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